lunes, 5 de octubre de 2009

Apocalipsis: Introducción y Prólogo

Y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas .Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.
Dn. 7. 13-14

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y el que estaba sentado en el trono dijo:"Yo hago nuevas todas las cosas".
Apoc. 21. 1-2, 5

APOCALIPSIS

El último de los escritos del Nuevo Testamento es un mensaje profético, destinado a reavivar la fe y la esperanza de los cristianos perseguidos. Lleva el título de APOCALIPSIS, palabra griega que significa "Revelación", y contiene una "Revelación de Jesucristo" comunicada "a su servidor Juan" por medio de un "Ángel" (1. 1-3).
El Libro está redactado en el estilo llamado "apocalíptico", muy utilizado en el mundo judío de esa época, y presenta evidentes analogías con el de otros escritos bíblicos y extrabíblicos. Dicho estilo tiene su origen en los oráculos proféticos que anunciaban el Reino mesiánico y la manifestación del Día del Señor, y encuentra su expresión más característica en el libro de Daniel.
La historia de las interpretaciones del Apocalipsis es muy variada y hasta contradictoria. El hecho es explicable, dadas las grandes dificultades que encierra esta obra. Para no caer en interpretaciones fantasiosas y arbitrarias, es necesario tener en cuenta que las visiones, en especial los números y los colores, son de carácter más bien simbólico que descriptivo.
Pero, a pesar de sus muchas oscuridades, el sentido profundo del Apocalipsis es sumamente claro: este célebre Libro anuncia el triunfo de Dios sobre todos los poderes que se oponen a su designio salvífico, y recuerda las promesas indefectibles hechas a la Iglesia. Cristo es el Señor de la historia, y más allá del tiempo, se realiza plenamente el Reino de Dios. Por eso, puede considerarse al Apocalipsis como el Libro por excelencia de la esperanza cristiana. Esa esperanza está latente en el ferviente anhelo de la Venida del Señor, que pone punto final al Apocalipsis y a todo el Nuevo Testamento: "¡Ven, Señor Jesús!" (22. 20).

Prólogo

1 1 Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. Él envió a su Ángel para transmitírsela a su servidor Juan. 2 Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. 3 Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca.

2 comentarios:

  1. Y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él.

    Para un no creyente este es un párrafo incomprensible y extraño, una especie de Jarry Pother o como narices se escriba.

    Para mi está claro Daniel habla de la segunda venida de Jesús como Verdadero Dios pero En carne y por tanto Verdadero Hombre. Si no admites que Jesús viene con Cuerpo de Carne y Hueso en su segunda venida entonces no digas creo en Jesús y no digas creo en su resurrección pues mientes como bellaco.

    Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.

    Aquí hay división de opiniones los hay que solo creen en la llegada del Reino como algo espiritual y yo digo no basta de patrañas. Jesús restablece de nuevo el Paraíso pero esta vez ya no estará en el ni Satanás, ni ninguno de sus acólitos

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  2. 3 Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca.

    Cuando ocurren ciertas cosas desagradables y se hecha de menos la acción de Dios. Uno se pregunta ¿no parece que esté tan cerca lo que dice este párrafo bíblico pero la realidad es que el tiempo en términos de Dios no es nada, aunque a nosotros nos parezca una eternidad, lo que tenemos como eternidad 2010 años no es nada frente a un tiempo de Dios que nunca acaba

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